Book 04

Pues bueno, este es el primer capitulo que escribi y eso fue hace ya muchos años XD espero les agrade, y por si intentan psicoanalizar a los personajes antes de tiempo, mejor esperen que estos capitulos son solo el comienzo XD.

Todo empezó esa noche mientras Drey se encontraba en su habitación, una extraña luz se dirigía velozmente hacia su ventana, se acerco a la ventana y miro atentamente mientras una parte de él esperaba ese algo, que sientes cuando algo misterioso atrapa tu atención mientras que otra sensación de miedo e ira se apoderaba de él, esa noche sintió que algo iba a cambiar pero la pregunta es… ¿para bien o para mal?

-¿Que pasa contigo?-dijo una voz desconocida pero agradable- vamos levántate que aun falta mucho por caminar y tu sigues durmiendo (flojo)
-¿Perdón?-dijo Drey con voz somnolienta mientras abría lentamente sus ojos
-¡¿Como que perdón?! ¡Vamos levántate flojote!- volvió a mencionar la misma voz
Aunque Drey ya había abierto los ojos no lograba ubicar a la persona que emitía esa voz se puso de pie lo antes posible y se dio cuenta de que estaba en un bosque muy espeso unos cuantos rayos de luz que atravesaban las hojas de los árboles le permitían ver que estaba en un lugar muy bello pero misterioso y un poco aterrador cuando de repente de entre los arbustos salio una hermosa joven de cabellos rojizos, ojos azules, portaba unas hombreras de metal negro de las cuales colgaba una capa de doble vista, la parte interior era roja y la exterior era negra, utilizaba botines de gamuza y un traje de licra rojo con un top amarrillo por fuera, de su cintura colgaba una espada delgada pero larga, en el pie derecho portaba una daga y un extraño dije colgaba de su cuello, con una sonrisa de esas que hacen que se te doblen las piernas o empieces a tartamudear, y con una mirada de alegría lo saludo diciendo:
-Que bien que ya despertaste es hora de seguir, apenas llevamos una sexta parte del camino y tu te la has pasado durmiendo vaya que eres muy flojo, bien cambiando de tema espero te agraden los huevos de Fallbird es lo único que pude hallar en este bosque.
-¡¿Huevos de que?!- contestó con admiración y un poco de asco
-Hay niño-le digo con un tono de desaliento mientras suspiraba y movía la cabeza-¿Que nos sabes lo difícil que es encontrar comida en estos días?-prosiguió con un ligero tono de reprensión
Con cara de incomprecion la miró y decidió probar los huevos que ella había preparado, ella le miro y sonrió ligeramente. Después de masticar un poco los huevos, descubrió que después de todo su sabor era muy similar al de los huevos de gallina, entonces fue cuando captó que no había dicho “huevos de gallina” si no huevos de…¡Fallbird? que diablos es eso¡, no tenia ni idea pero… ahora que lo pensaba tenia hambre y esos huevos no estaban tan mal. Haci que comió como si nunca antes hubiese comido.
-Creo que te agradan-le dijo con un tono de tranquilidad y descanso
-¡SI!-contestó mientras comía
-Hey Itan…-se escucho una voz joven pero varonil de entre los árboles- ¿Estas lista para irnos?-prosiguió la voz mientras parecía acercarse- creo que un ejercito de Chinubis se dirige hacia aca por el lado oeste será mejor irnos antes de que…
En ese instante apareció de entre los arbustos un joven de cabello azul marino y ojos verdes, portaba partes de armadura vieja o al menos eso aparentaba ser, esta armadura era negra como los cielos en una noche despejada, pero dura como ningún metal de la tierra puede llegar a ser, de su espalda colgaba una extraña espada y en su pie derecho había una daga él también traía un dije colgando de su cuello.
-¡¿Que dices?!- contesto la joven con un asombro tal que parecía pánico mientras su rostro se volvía pálido
-Si, los Chinubis se acercan a una gran velocidad y tal vez nos alcancen en unas cuantas horas-respondió el joven
-Perdón, pero… ¿que son esos Chinubis de los que hablan?
-Ah, ya despertaste-Contesto el joven con cierta indiferencia
-Creo que no nos han presentado-dijo Drey con tono de duda
-¡Claro!-contesto Itan mientras extendía la mano en forma de saludo-Yo soy Itandehui pero mejor dime Itan… es menos largo, vengo del planeta Tierra
-Por supuesto- contesto Drey mientras estrechaba la mano de Itan -todos somos del planeta Tierra-prosiguió con tono burlón.
Itan quedo atónita por el comentario de Drey y volteo a ver al otro joven mientras este se mostraba muy asombrado.
-Lamento sacarte de tu ilusión… pero no es así, mi nombre es Raziel y vengo del planeta Seirus- comento Raziel mientras saludaba cordialmente
-¿¡Que?!-pregunto Drey con una expresión de pánico mientras daba un paso atrás
-Si –Continúo Itan - ¿Qué acaso no recuerdas lo que pasó?
-¿Qué paso?-pregunto Drey un poco mas calmado
-No hay tiempo para platicar, es hora de irnos- concluyo Raziel
-Esta bien –Contestaron Itan y Drey
Al momento los tres comenzaron a caminar en dirección norte adentrándose en el bosque. Drey confundido y pensativo se preguntaba donde estarían y que había pasado con su familia y con sus amigos. Después de varias horas de camino Drey se acerco a Itan y le pregunto:
-¿Disculpa? ¿Donde estamos? ¿Qué hacemos aquí? ¿
-En un planeta llamado Tarsonia- Contesto Itan amablemente
-Y... ¿A donde vamos?- prosiguió Drey un poco mas relajado
-Nos dirigimos al reino de Baltazar, para conseguir provisiones e intentar rescatar su SABME
-¿SABME?-volvió a preguntar
-Si, son robots construidos con partes de biomateria y cargados con un ID y una IA básica para ser manipulados por las personas, pero ahora que lo pienso creo que existen varios tipos de robots catalogados por su forma pero no se mucho de ellos.-siguió Itan
-Ah… y ¿para que necesitamos uno?-siguió preguntando Drey
-Cierto, tu no recuerdas que ha pasado, pero…-se quedo pensando un momento y continuó- mira el universo esta en crisis desde hace 3 años aproximadamente, diferentes formas de vida se han agrupado formando reinos o pueblos mientras que otras están bajo el control de un ente muy fuerte, ¿sabes?...
-¿Si?
-Yo pienso que ese ente es el culpable de toda esta situación, pero bueno seguiré, entonces estas razas se han encargado de sembrar el caos en todos y cada uno de los planetas del universo…-Itan calló por un instante, suspiro y susurro como si recordar le causara una gran tristeza- la tierra estaba en esa ruta de caos…
-¿¡Que?!-exclamó Drey sorprendido y aterrorizado
-¡Cállate Drey!-grito Raziel con tono molesto y autoritario
Drey calló y aterrado comenzó a llorar pensando en su familia, en su casa y en sus amigos, cuando Itan intento consolarlo él salio corriendo, después de varios minutos de correr llego a un acantilado, al abrir los ojos Drey se dio cuenta de donde estaba, giró, fue entonces cuando vio un monstruo con cabeza de perro, músculos súper desarrollados, de 2 metros de altura, que se para en dos pies, su color de piel era café oscuro y solo esta cubierto por un taparrabos negro y un par de hombreras, en sus manos un par de hoz de mango corto. Al instante Drey se sintió perdido y solo pudo exclamar un ligero grito antes de que el Chinubis se abalanzara contra él, por un instante Drey se sintió liberado ya que por su mente paso que la muerte era lo mejor que le podía suceder ya que sus amigos, familia y casa estaban perdidos de ahora en adelante, pero justo antes de que la hoz tocara su pecho una extraña fuerza se desprendió de él bruscamente formando una barrera y lanzando a sus enemigos a varios metros a la redonda dándole espacio para correr, el problema era que solo podía correr hacia una dirección y está estaba custodiada por, ahora cientos de Chinubis que solo esperaban esa barrera desapareciera para poder desgarrar el cuerpo de Drey. Después de unos instantes de silencio total se escuchó el sonido de algo que se aproximaba rápidamente a Drey, Drey tardó en darse cuenta de que eran pasos de algo grande y pesado los que se escuchaba, al voltear se logro vislumbrar en el horizonte un extraño robot que corría a toda velocidad y que se preparaba para un ataque de frente.
Mientras Drey admiraba con asombro a aquel robot no se percato que la barrera lentamente desaparecía y que los Chinubis aun estaban cerca esperando el momento oportuno para atacar. De pronto cuando la barrera desapareció se escucho una voz que decía:
-¡Agáchate!
Drey volteo para ubicar de donde provenía la voz, aunque su sorpresa fue cuando vio que el robot estaba preparado para atacar y que al parecer la zona a destruir era el precipicio en donde estaba él. Lo único que logro hacer fue saltar al precipicio cubriéndose el rostro, apenas el salto el rayo toco tierra y destruyó por completo a unos cuantos Chinubis, la explosión precipitó a Drey hacia el mar.