Book 05

Y tras un ligero descanzo, les subo la quinta parte de este mini book, espero les agrade y no olviden comentar XD

Una simple mirada a aquel oscuro cuarto y su corazón se estremeció, sus ojos se fijaron en aquella silueta, dentro de sí se maldecía una y otra vez por lo que hizo, su mente decía no pero su corazón no lograba parar, tras unos minutos se hallaba a varios kilómetros de aquel lugar que tanto miedo le daba, desde las alturas giro para intentar divisar aquella colina, la luna se alzaba en lo alto del cielo permitiéndole ver la casa a lo lejos...
-Acaba con ese lugar...-se escuchaba atravez de su auricular.
extendió su brazo y en su mano unas cuantas luces dieron paso a un delgado cristal con forma de cuarzo, cerro sus ojos visualizando la silueta de aquella casa, sus ropas rasgadas y viejas se movieron bruscamente por el viento que se desprendió de su mano al instante en que el cristal salió desprendido a una velocidad impresionante, tras un segundo más aquel lugar quedo hecho polvo, la pequeña población, los animales, las plantas y aun mas importante la casa con la silueta oscura en su interior; todo aquellos dejo de existir en un abrir y cerrar de ojos...
-por fin se acabo...- susurro a la luz de la luna, se dio media vuelta y el también desapareció tras la ráfaga de viento que la gran explosión impulso hacia donde él se encontraba.
Ya en la cueva se encontró con el general Javier, haciendo un ademan de respeto con la mano derecha e inclinando la cabeza, un hombre alto y fornido se coloco frente a él con cierta inquietud en su mirada...
-el peligro quedo erradicado?-pregunto con voz autoritaria y nerviosa...
-si señor- su voz denotaba respeto y un ligero aire de tristeza
-lamento haberle hecho pasar por esto oficial, pero era prioritario asegurarnos de que esa cosa fuera erradicada, dios sabe que podría haber pasado de no hacerlo- comento el general, al terminar la frase giro bruscamente dando la espalda al pobre oficial recién llegado de su misión
Aunque en sus ojos había tristeza en su mente una gran pregunta se formulaba...
-que era eso?- susurro una vez mas mientras uno de sus compañeros se acercaba a él lentamente
-lo viste directamente verdad?- se escucho a lo largo del pasillo vacio y oscuro -fue un gran error de tu parte, aquella cosa tenia poderes que ni siquiera el más apto de los generales podía igualar, era... tu sabes... - tras un instante de silencio, el joven oficial coloco su mano en la espalda de su aturdido compañero y lo dirigió a su cuarto, era un lugar bastante agradable, con suficiente iluminación como para imaginar que es el mismo sol el que entra por el holograma de las ventanas, una cama acolchonada con las cobijas más suaves que cualquiera pudiera desear y un sofá tan amplio que podrían sentar a todo un equipo de basquetbol en él y aun así quedaría espacio para una o dos personas más, el suelo alfombrado y un escritorio que bien pasaría por el de un alto ejecutivo junior que no sabe de negocios, en algún momento William menciono que esa habitación le relajaba mucho y que de ser posible dormiría por lo menos en el sofá, Carlos lo miro atentamente y trato de hacerlo volver pero Will no reaccionaba, el ánimo de Carlos desistió de su misión, se sentó junto a él y se puso cómodo, en la mente de Will la imagen de aquella cosa se repetía una y otra vez, el ver sus ropas desgarradas y ensangrentadas, sus brazos atados a lo que parecía una "T" de madera, sus piernas echas trisas e igualmente atadas con alambres que parecían tener púas enormes que atravesaban tanto las piernas como los brazos de aquel engendro, su cabeza colgante de un cuello que apenas mostraba el débil pulso, su torso cubierto por lo que aparentaba ser una túnica café, su rostro totalmente cubierto por los largos cabellos sucios que brotaban de su cabeza y más terrible aun, aquel ojo rojo que parecía guardar el mismo infierno dentro si, y que aun en esos momentos lo tenía tan petrificado con en el momento en que lo vio por primera vez, lo había encontrado ya en esa posición al llegar aunque los informes decían que él estaba en condiciones perfectas y que sería una batalla larga y posiblemente mortal, sin embargo no fue así nada que ver, el solo tuvo que presenciar como aquella criatura lentamente abría su infernal ojo y lo posaba en el, como si hubiera estado esperándolo solo a él, al pobre Will para mostrarle que aun tras estar en esas condiciones moribundas aun podía infligir el temor más grande en uno de los oficiales mas condecorados que la Federación tenia, o si eran los días gloriosos de lo que en su tiempo fue solo una pequeña orden de magos, que se dedicaba a pelear con débiles demonios y fantasmas que poseían a las personas, ya habían transcurrido casi 20 años desde aquellos días en que Will y Carlos jugaban a cazar mariposas y luciérnagas para llevarlas a casa y mostrarlas a sus padres y hermanas, si, ellos eran los hijos únicos y mayores de dos de las familias más pobres en aquellos días, sin embargo aquello cambio cuando un grupo de personas descubrió que Carlos Difalcon y William Voustrear eran descendientes de uno de los caballeros templarios más temidos en los tiempos en que las cruzadas eran comunes en la tierra, desde aquel día todo cambio para ellos, Carlos demostró tener una conciencia militar tan vivaz que logro asegurar dos terceras partes de la tierra para las personas normales(aquellas que no descendían de personajes mágicamente sobresalientes o que no habían desarrollado habilidades sobrenaturales), y Will demostró tener habilidades desiguales en la batalla, Will rechazo el cargo de general al cumplir la mayoría de edad, y Carlos se negó al perder a una de sus hermanas en una de las batallas mas difíciles que habían tenido que luchar los miembros de la ahora Honoraria Federación de Hechiceros.
Un estruendoso grito despertó a Carlos y le hizo saltar del sofá como gato al que le echan agua, aterrado miro a Will en el suelo sobre un charco de sangre que al parecer manaba de Will...
-Will!!! Will!!! Qué te pasa!?!?...-grito desesperado al ver como Will incado y con las manos en el rostro y empapadas en sangre...